DEFENDIENDO EL RIO

Lamentablemente he leído un artículo periodístico defendiendo la construcción de la hidrovía artificial Paraguay-Paraná. De llevarse a cabo las obras necesarias implican, en el río Paraguay, voladura de lechos rocosos, enderezamientos de meandros y grandes dragados, para obtener las condiciones necesarias para hacer navegable la hidrovía desde el río de La Plata hasta Corumbá, y aun hasta Cáceres, los 365 días del año las 24 horas, por buques de gran calado y trenes de barcazas. Lo que significa la muerte del río como ecosistema transformándolo en una canaleta para beneficio económico de unos pocos.

También se avanza en el proyecto de construir dos represas hidroeléctricas en el río Santa Cruz, en la provincia homónima - ultimo río de la Patagonia que estaba sin represar - y  el fantasma de la crisis energética puede reflotar la pésima idea de otras represas en otros ríos.

Todo esto hace que me parezca oportuno transcribir un artículo que escribiera en la revista mensual "La Quinta Pata" año 1, nro,1, que se publicó en Paraná, Entre Ríos, en julio del año 2000.

Esta revista, dedicaba cada número, a un tema. Y todos los artículos de ese número se referían a él. En este primer número, el tema era "Lo público y lo privado"

Lo que escribí en su momento fue esto:


LO PUBLICO, LO PRIVADO Y EL MEDIO AMBIENTE



Mucha agua ha corrido bajo los puentes, desde los remotos tiempos en que el hombre, lo único privado que tenía era el hacha de piedra, un vestido de cuero y su propio cuerpo. Todo el resto era público. Para disfrute - o sufrimiento - de todos.
 
En los umbrales del siglo 21, la situación se ha revertido. Lo público es muy poco. Todo el resto es privado.
 
Pero, paradójicamente, el todo privado es cada vez más privado. Y la mayoría de los hombres continúa teniendo, como propio exclusivo, casi lo mismo que tenía en aquellos prehistóricos tiempos. Con el agravante que el casi indestructible cuero con que se vestía, es ahora una tela rápidamente convertible en harapos. Y que el hacha de piedra, en cada vez mas y mas casos, permanece sin uso, pues el trabajo es cada vez más, privilegio de pocos.
 
 
Es decir que lo privado es tan privado, que gran parte de la humanidad está privada de todo.
 
Y que lo público que va quedando, es tan poco, que tiende a desaparecer por completo.
 
De todas las actividades que el hombre a desarrollado a lo largo de los siglos, la más exitosa, sin duda, ha sido la de privatizar, en su beneficio, lo que era de todos.
 
Privatizar, como bien lo indica la ciencia etimológica, pertenece a la misma familia de palabras que privilegio, privación y privar. Es decir, privar al otro de lo que tenía en el bolsillo, meterlo en el propio y tener el privilegio de disfrutarlo solo.
 
Y, como en toda actividad, hay quienes se destacan. Y otros que se pasan la vida soñando con destacarse. Y tan bien se han destacado algunos que, de los 6.000 millones de hombres que viven hoy, solo 300 - sí, leyó bien, 300 - han privatizado casi la mitad de la riqueza terrenal. El resto se lo reparten los 5.999.999.700 aspirantes a privatizadores exitosos.
 
Y, como todos estos perdedores anhelan pertenecer al selecto grupo de esos 300 verdaderos campeones olímpicos, la actividad en la colmena humana es febril.
 
Y la primera víctima de esa fiebre, es la naturaleza. Es decir, lo público. Donde todos encontraron, a lo largo de la historia, cosas para privatizar. Y donde, con una ceguera propia de un afiebrado, después de 100 siglos de expoliación, esperan seguir encontrándolas indefinidamente.

Con la lógica incierta del náufrago que, en medio del océano utilizara la madera de la balsa en la que flota, para hacer fuego y calentarse, el hombre a ido cortando irracional y despiadadamente los hilos  de la red de vida que lo sustenta.

Tan frágiles como un mecanismo de relojería de gran precisión, los sistemas ecológicos han sido destruidos o degradados en la loca carrera privatizadora. Lamentablemente, los gobiernos que deberían velar para que lo público siga siendo público, poniendo límites a los privatizadores, insaciables buscadores de privilegios, han sido desde siempre ocupados o manejados por esos mismos privatizadores. Y no por cualquiera de ellos, sino por los más hábiles, sagaces, rápidos y despiadados. O por sus testaferros ...

Pero son épocas difíciles. Ya se acabaron esas inmensas extensiones de pampa sin dueños, y esos inmensos rebaños de ganado sin marcas ... ya casi todo tiene propietarios.

Aunque no hay que desesperar ... todavía algo queda.

Por ejemplo, en nuestra pobra Argentina, donde privatizadores y gubernamentales testaferros, han hecho y siguen haciendo una gran labor, aún quedan .... ¡ los ríos!

¡Ay, los ríos! ... maravillosos ejemplo de lo público, producen, para todos, noche y día, sin cobrarnos nada, agua dulce, oxígeno, vida animal, vida vegetal, islas, arena, cultura, belleza ... ¡Ay, los ríos! ... ¿ en que otro lugar de la tierra un "privado de todo" , es decir, una víctima más del afán privatizador, puede obtener kilos y kilos de carne fresca de primera calidad, sin tener que pagarla? En el río.

Pero vayámonos despidiéndonos de los ríos y de su generosidad. Los 300 campeones olímpicos en privatizar y sus testaferros nativos, hace mucho que los han puesto en la mira de sus ambiciones.

Así, la proyectada y ya comenzada hidrovía artificial, promete hacer del Paraná y del Paraguay solo una canaleta profunda que para lo único que servirá, será para que pasen los barcos de esos capitales.

Así, al Paraná, ya lo privatizaron en Yaciretá, donde el río maravilloso dejó de ser todos, de ofrecer bienes gratuitos para todos, para transformarse en una máquina de facturar electricidad en favor de unos pocos.

Y, como si fuera poco, días atrás, el gobierno argentino, decidió privatizar otro pedazo del río generoso, en Corpus, Misiones, para entregárselo de regalo, envuelto en forma de represas a los campeones de privar a los demás de lo público.

PARANA, Entre Ríos, julio 2000.

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Como aclaración, en la actualidad el proyecto Corpus quedó archivado por la fuerte resistencia de los ecologistas y pueblo misioneros, destacándose entre los que impulsaron la resistencia, la Ingeniera Agrónoma Jesús del Valle Contreras, de la localidad de Montecarlo y Rulo Bregagnolo, de Aristóbulo del Valle.
 
Pero,  lamentablemente, se licitó y se iniciaron las obras preparatorias para construir otra represa sobre el río Uruguay, en Misiones.
 
La represa proyectada en el Paraná Medio también fue frenada por la acción de los ecologistas entrerrianos que lograron un fallo, en 1997, de la Justicia Federal en 1a. y 2a. instancias declarando inconstitucional la pretensión del Poder Ejecutivo Nacional de entonces de iniciar estudios de impacto ambiental con ese fin. Y luego, en setiembre de ese mismo año, redactaron y lograron que por unanimidad de las Cámaras de Senadores y Diputados de Entre Ríos, se aprobara una ley prohibiendo nuevas obras de represamiento en los ríos Uruguay y Paraná, en jurisdicción de esa pro-
vincia.
 
Lamentablemente, se sigue con el proyecto Hidrovía Artificial Paraná-Paraguay, desde Villa Palmira (Uruguay) hasta Cáceres (Brasil), pese a la larga lucha para impedirla de los ecologistas, quienes piden adaptar los barcos al río y no los ríos a los barcos.
 
 

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