La primera dificultad que se me planteó al decidir hacer la travesía desde Corumbá, fue no encontrar quien llevara el kayak y el resto de las cosas.
Aclaro que todas las tratativas las hice proponiendo el pago del flete que correspondiere.
Las empresas de transporte fluvial, Fluviomar, etc., solo llevan cargas consolidadas. Es decir, contenedores o carga a granel en barcazas. Las empresas de transporte terrestre no llegan a Corumbá.
Aclaro que la ciudad de Corumbá, considerada la "capital del pantanal mattogrossense", está situada al oeste de Brasil, en la frontera con Bolivia y varios centenares de kilómetros al norte del punto mas norteño de la república del Paraguay. Está dentro del estado brasileño de Matto Grosso do Sul, cuya capital es Campo Grande, unos 500 kms. al este de Corumbá. Es decir, está alejada de todo.
Lo mejor que conseguí, fue un transporte de cargas santafesino,"Friosar" que viaja regularmente a Santa Cruz de la Sierra. Pero debía ir a esperar la carga pues allá no tienen depósito. Y Santa Cruz queda a 700 kilómetros al oeste de Corumbá. Y en Bolivia.Y además, la carga saldría solo cuando tuvieran un espacio disponible.
De esta manera decidí que la única posibilidad era llevar todo por mi cuenta en mi auto. En un primer momento pensé en un tráiler hasta que supe del kayak doble desmontable que fabrica el Astillero Asiak, de San Fernando. Esto me solucionaba gran parte del problema. Los tramos del kayak desmontado, miden 3,50 y 3,55, con lo cual irían arriba de mi auto, un Fiat Fire nuevo, sin sobresalir ni un poquito, con lo cual no tendría problemas con los controles camineros. Y me liberaba de conducir 2.500 kms.de ida y otros tantos de vuelta arrastrando un tráiler con todos los inconvenientes que implica.
Construido el kayak, por el titular de Asiak, el Ingeniero Naval Luis Videla, en los plazos acordados, y disponiendo de todo el equipo necesario, solo quedaba partir.
Y lo hicimos el 4 de enero. La ruta: Santo Tomé, Paraná, Federal, Paso de Los Libres, Virasoro, donde dormimos la primera noche. Alem, Oberá, Puerto Iguazú, Foz de Iguazú, Cascavel,Guairá, Dourados, Campo Grande, ¡Corumbá!.
Cruce de la frontera sin inconvenientes, rutas muy buenas en Brasil, gente amable y sonriente, segunda noche en Guairá (Brasil) y a las 22 hs del tercer día cruzábamos el río Paraguay por el puente de Porto Morrinho y luego de unos kilómetros más entrabamos en la mítica Corumbá.
Y en la entrada nomás, encontramos el Hotel "Farías" en el que nos alojamos.
Al otro día, lamentablemente era domingo, pero igualmente me presenté en la el Sexto Distrito Naval de la Marinha do Brasil con intención de dejar en depósito "el equipo", pero me derivaron a la Capitanía Fluvial do Pantanal, también de la Marina, pero con misión específica en el río. Aquí, por ser domingo había solo una guardia, que, muy amablemente me dijo que nó y me derivó a una guardería particular, "Limoneiro", donde el dueño no estaba y tenía que esperar. El asunto iba para largo, así que tomé la decisión de preguntar en el hotel Farías si no me podían guardar las cosas unos 10 días. Acostumbrado a las negatividades de Argentina, ( donde reina el "para que lo vamo' a hacer fácil si lo podemo' hacer difícil") me sorprendió la rapidez con que me permitieron dejar todo, bajo llave, y por un precio mínimo. Y además, con una sonrisa. Lo que también me sorprendió, viniendo yo del país donde la mayoría de sus habitantes sufre del "síndrome del enojo crónico" y otros están "enfermos de importancia".
Así que el domingo dormimos tranquilos con la mayor parte del problema resuelto. Solo quedaba el trámite de autorización para navegar en el Paraguay brasileño, a efectuar en la Capitanía Fluvial do Pantanal, la "prefectura" brasileña.
El lunes nos presentamos allí y nuevamente nos sorprendimos por la amabilidad, la gentileza y la rapidez con que nos hicieron el trámite.
Ya teníamos las cosas en Corumbá y la autorización de las autoridades brasileñas.
Al mediodía del lunes, emprendimos el regreso a Santo Tomé, por un camino distinto.
Queríamos pasar por el puerto paraguayo de Concepción donde quería contactar a un buen amigo de los raidistas, según el dato proporcionado por "Los Aguamanderos".
Para ello debimos entrar al Paraguay por Ponta Porá(Brasil) y Pedro Juan Cabllero. En Ponta Porá dormimos y nos advirtieron de no conducir de noche en la ruta que va a Asunción, por lo menos hasta Concepción, por la actividad de la guerrilla rural, las Fuerzas Guerrilleras Paraguayas.
Hicimos el contacto en Concepción, puerto donde pasaríamos en nuestra navegación , y seguimos viaje haciendo frontera en Clorinda y pernoctando en Formosa capital. Al día siguiente, a la tardecita, estábamos en casa.
Acomodado el auto, arreglado nuestros asuntos terrestres, el día 14 salimos a las 18 hs en micro de la la empresa Singer en un servicio "cama total" rumbo a Puerto Iguazú, donde llegamos a las 1200 del día siguiente. Cruzados a Foz, embarcamos en un micro a las 1430 hs. que luego de casi 24 horas nos dejó en Campo Grande. Un micro más, siete horas mas y llegábamos al Hotel Farías.
Y aquí, el día 18, desde la playa de Corumbá, empezó el verdadero raid.
Aclaro que todas las tratativas las hice proponiendo el pago del flete que correspondiere.
Las empresas de transporte fluvial, Fluviomar, etc., solo llevan cargas consolidadas. Es decir, contenedores o carga a granel en barcazas. Las empresas de transporte terrestre no llegan a Corumbá.
Aclaro que la ciudad de Corumbá, considerada la "capital del pantanal mattogrossense", está situada al oeste de Brasil, en la frontera con Bolivia y varios centenares de kilómetros al norte del punto mas norteño de la república del Paraguay. Está dentro del estado brasileño de Matto Grosso do Sul, cuya capital es Campo Grande, unos 500 kms. al este de Corumbá. Es decir, está alejada de todo.
Lo mejor que conseguí, fue un transporte de cargas santafesino,"Friosar" que viaja regularmente a Santa Cruz de la Sierra. Pero debía ir a esperar la carga pues allá no tienen depósito. Y Santa Cruz queda a 700 kilómetros al oeste de Corumbá. Y en Bolivia.Y además, la carga saldría solo cuando tuvieran un espacio disponible.
De esta manera decidí que la única posibilidad era llevar todo por mi cuenta en mi auto. En un primer momento pensé en un tráiler hasta que supe del kayak doble desmontable que fabrica el Astillero Asiak, de San Fernando. Esto me solucionaba gran parte del problema. Los tramos del kayak desmontado, miden 3,50 y 3,55, con lo cual irían arriba de mi auto, un Fiat Fire nuevo, sin sobresalir ni un poquito, con lo cual no tendría problemas con los controles camineros. Y me liberaba de conducir 2.500 kms.de ida y otros tantos de vuelta arrastrando un tráiler con todos los inconvenientes que implica.
Construido el kayak, por el titular de Asiak, el Ingeniero Naval Luis Videla, en los plazos acordados, y disponiendo de todo el equipo necesario, solo quedaba partir.
Y lo hicimos el 4 de enero. La ruta: Santo Tomé, Paraná, Federal, Paso de Los Libres, Virasoro, donde dormimos la primera noche. Alem, Oberá, Puerto Iguazú, Foz de Iguazú, Cascavel,Guairá, Dourados, Campo Grande, ¡Corumbá!.
Cruce de la frontera sin inconvenientes, rutas muy buenas en Brasil, gente amable y sonriente, segunda noche en Guairá (Brasil) y a las 22 hs del tercer día cruzábamos el río Paraguay por el puente de Porto Morrinho y luego de unos kilómetros más entrabamos en la mítica Corumbá.
Y en la entrada nomás, encontramos el Hotel "Farías" en el que nos alojamos.
Al otro día, lamentablemente era domingo, pero igualmente me presenté en la el Sexto Distrito Naval de la Marinha do Brasil con intención de dejar en depósito "el equipo", pero me derivaron a la Capitanía Fluvial do Pantanal, también de la Marina, pero con misión específica en el río. Aquí, por ser domingo había solo una guardia, que, muy amablemente me dijo que nó y me derivó a una guardería particular, "Limoneiro", donde el dueño no estaba y tenía que esperar. El asunto iba para largo, así que tomé la decisión de preguntar en el hotel Farías si no me podían guardar las cosas unos 10 días. Acostumbrado a las negatividades de Argentina, ( donde reina el "para que lo vamo' a hacer fácil si lo podemo' hacer difícil") me sorprendió la rapidez con que me permitieron dejar todo, bajo llave, y por un precio mínimo. Y además, con una sonrisa. Lo que también me sorprendió, viniendo yo del país donde la mayoría de sus habitantes sufre del "síndrome del enojo crónico" y otros están "enfermos de importancia".
Así que el domingo dormimos tranquilos con la mayor parte del problema resuelto. Solo quedaba el trámite de autorización para navegar en el Paraguay brasileño, a efectuar en la Capitanía Fluvial do Pantanal, la "prefectura" brasileña.
El lunes nos presentamos allí y nuevamente nos sorprendimos por la amabilidad, la gentileza y la rapidez con que nos hicieron el trámite.
Ya teníamos las cosas en Corumbá y la autorización de las autoridades brasileñas.
Al mediodía del lunes, emprendimos el regreso a Santo Tomé, por un camino distinto.
Queríamos pasar por el puerto paraguayo de Concepción donde quería contactar a un buen amigo de los raidistas, según el dato proporcionado por "Los Aguamanderos".
Para ello debimos entrar al Paraguay por Ponta Porá(Brasil) y Pedro Juan Cabllero. En Ponta Porá dormimos y nos advirtieron de no conducir de noche en la ruta que va a Asunción, por lo menos hasta Concepción, por la actividad de la guerrilla rural, las Fuerzas Guerrilleras Paraguayas.
Hicimos el contacto en Concepción, puerto donde pasaríamos en nuestra navegación , y seguimos viaje haciendo frontera en Clorinda y pernoctando en Formosa capital. Al día siguiente, a la tardecita, estábamos en casa.
Acomodado el auto, arreglado nuestros asuntos terrestres, el día 14 salimos a las 18 hs en micro de la la empresa Singer en un servicio "cama total" rumbo a Puerto Iguazú, donde llegamos a las 1200 del día siguiente. Cruzados a Foz, embarcamos en un micro a las 1430 hs. que luego de casi 24 horas nos dejó en Campo Grande. Un micro más, siete horas mas y llegábamos al Hotel Farías.
Y aquí, el día 18, desde la playa de Corumbá, empezó el verdadero raid.
Comienzo del traslado a Corumbá ¡ 5.000 kms ida y vuelta ! |
Ejército brasileño en Corumbá: antes de iniciar, nos presentamos para que supieran que estábamos en el río. Es el ejército quien mas patrulla el río Paraguay con sus embarcaciones. |
Marinha do Brasil, Capitanía Fluvial do Pantanal: gentiles, generosos, diligentes, nos extendieron el permiso (rol) para navegar por el río Paraguay brasileño. Y nos dieron valiosos consejos. |
Viaje terrestre: al tercer día ya nos acercamos a Campo Grande, capital del estado de Mattogrosso do Sul, al que pertenece Corumbá, a 400 kms de allí. |
Por favor identifica las fotos.
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