Allá por los años 90, incursioné en la dirigencia del canotaje entrerriano. Como Presidente de la Subcomisión de Canotaje del Paraná Rowing Club integré el grupo de dirigentes entrerrianos que en una reunión realizada en Villaguay, creamos la Federación Entrerriana de Canotaje. Rechacé las intenciones de ser elegido primer presidente - decisión que ahora lamento - y acepté ser Secretario, el primero de la recién nacida FEC.
Desde esas funciones - modestas, por cierto- siempre alenté por mejorar las relaciones entre los navegantes deportivos, y la Prefectura Naval Argentina.
Uno de los procedimientos para ese fin fue organizar, con alumnos de la Escuela de Canotaje del Rowing, visitas a la Prefectura Paraná, previamente pautadas.
Las visitas incluían una recorrida explicada por toda la dependencia, con especial énfasis en la radioestación y en las lanchas y guardacostas institucionales y, muy importante, interacción de los chicos con los uniformados.
El objetivo era que los alumnos, que iniciaban su contacto con el río, vieran detrás de cada uniforme de Prefectura, no a alguien que intentaba complicarle su navegación, sino una persona amigable y sacrificada, que velaba por su seguridad, a veces poniendo en peligro la suya ... un rescate en medio de un temporal en una de las grandes "canchas" de la zona, como la de Bajada Grande o la de Villa Urquiza, pone en riesgo también a los rescatistas ...
Además era importante que conocieran con que medios materiales contaba Prefectura para actuar en el río, sus posibilidades, sus tiempos, sus limitaciones. Y que supieran qué mecanismos se activaban dentro del edificio cuando llegaba un pedido de auxilio.
Como la vida me alejó en años y kilómetros de ese hermoso e histórico Club, en el que aprendí a remar en mi lejana adolescencia ( ver en este blog la entrada "Mi instructor de remo" ) no sé si se continuó con esta idea. Espero que sí.
Desde esas funciones - modestas, por cierto- siempre alenté por mejorar las relaciones entre los navegantes deportivos, y la Prefectura Naval Argentina.
Uno de los procedimientos para ese fin fue organizar, con alumnos de la Escuela de Canotaje del Rowing, visitas a la Prefectura Paraná, previamente pautadas.
Las visitas incluían una recorrida explicada por toda la dependencia, con especial énfasis en la radioestación y en las lanchas y guardacostas institucionales y, muy importante, interacción de los chicos con los uniformados.
El objetivo era que los alumnos, que iniciaban su contacto con el río, vieran detrás de cada uniforme de Prefectura, no a alguien que intentaba complicarle su navegación, sino una persona amigable y sacrificada, que velaba por su seguridad, a veces poniendo en peligro la suya ... un rescate en medio de un temporal en una de las grandes "canchas" de la zona, como la de Bajada Grande o la de Villa Urquiza, pone en riesgo también a los rescatistas ...
Además era importante que conocieran con que medios materiales contaba Prefectura para actuar en el río, sus posibilidades, sus tiempos, sus limitaciones. Y que supieran qué mecanismos se activaban dentro del edificio cuando llegaba un pedido de auxilio.
Como la vida me alejó en años y kilómetros de ese hermoso e histórico Club, en el que aprendí a remar en mi lejana adolescencia ( ver en este blog la entrada "Mi instructor de remo" ) no sé si se continuó con esta idea. Espero que sí.
es verdad eduardo. hay que dejar de ver a prefectura como el malo del río.
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